NI LOS BUSES SE SALVAN DE LA DELINCUENCIA

La delincuencia se está apoderando cada vez más de las calles de Quito y ahora el Transporte Público es el nuevo blanco de la inseguridad

Según Diario “El Comercio” Las comisarías de Policía registran denuncias diarias de más de 200 personas que son víctimas de asaltos en buses. Así lo demuestran las estadísticas, en las que se indica que en cada atraco lo que más pierden las víctimas son los documentos. Y esta cifra alarma profundamente a la ciudadanía ya que para algunas personas es imprescindible subirse diariamente a los buses ya que deben trasportarse a sus puestos de trabajo o a las universidades.


Los robos en el trasporte público son mucho más cuantiosos cuando se tratan de pasajeros interprovinciales ya que estos pasajeros viajan con dinero para sus vacaciones, cámaras, teléfonos celulares, joyas y otros


“Cada vez que me subo a un bus y veo que una persona se sube a pedir dinero o a vender algo temo ser asaltada”, comenta Karla Jácome, quien todos los días se transporta en las líneas de los túneles, al centro de Quito.


Los vendedores ambulantes son también víctimas de la delincuencia ya que antes de que existiera una ley que los ampara y regule estos eran tachados como forajidos lo que provocaba que se les impidiera subirse a los buses a comerciar sus productos. “Antes de que tengamos las camisetas de vendedores ambulantes los pasajeros nos veían con miedo y no nos recibían nada” Asegura Carlos Pilaguano quien vende chicles en el sector del Cementerio de San Diego.


Según los trasportistas ellos no tienen la culpa de que los robos se han incrementado este 2009 ya que de ellos no depende quien se suba o no a los buses. ”Nosotros también somos víctimas ya que cuando se sube alguien a robar y después de que se baja el pasajero nos avisa a nosotros ellos nos amenazan”


EL Municipio de Quito debería emular proyectos como el que existe en Cuenca encaminado a disminuir el índice de robos y asaltos a las unidades de transporte intercantonal e interprovincial que busca evitar los asaltos en las carreteras y el desorden provocado por algunos usuarios que esperan las unidades fuera de la terminal con el propósito de no pagar los diez centavos que cuesta el paso hacia los andenes de embarque.


Algunas de las recomendaciones son que: tratar de sentarse en los primeros asientos, no tener demasiado efectivo encima cuando viajen en bus. También es recomendable usar empresas que cuenten con sistemas de seguimiento vía GPS. Por último, no tener aparatos electrónicos caros o llamativos, como laptops o cámaras de video. La mayor parte de los robos se dan por la noche en los puestos del fondo.